Buenas prácticas ambientales para la industria pesada
Las buenas prácticas ambientales son acciones que pretenden reducir el impacto ambiental negativo que provocan los procesos productivos, aplicando medidas sencillas y útiles que pueden adoptar todas las personas en sus espacios laborales y que establecen cambios en los procesos y las actividades diarias, logrando incrementar el compromiso y los resultados de mejora en el ambiente.
Las empresas y el impacto ambiental
Sin duda alguna, el cambio climático es una realidad. Prueba de ello es la variabilidad climática. Se estima, por ejemplo, que la temperatura promedio global del planeta aumentó en 0.6 grados en los últimos 150 años y se espera que, para el año 2060, la temperatura promedio aumente entre 2 y 3 grados centígrados. Desde luego, ningún país es ajeno a esta situación, y no únicamente por las consecuencias, sino como partícipes directos y generadores del problema. Por ejemplo, en el año 2002 se estima que hubo una producción de poco más de 553 millones de toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI). En este sentido, la industria, en la parte de energía, generó casi 70 por ciento de las emisiones totales, principalmente por la quema de combustibles fósiles.
Buenas prácticas ambientales que puede aplicar la industria pesada
- Reducir el consumo energético y de agua.
Un procedimiento para reducir el gasto de agua y energía, llevado a cabo de la manera más sencilla, consiste en evaluar cómo, cuándo y quién usa la energía y el agua y en base a eso marcar una serie de pautas para ahorrar. Una vez esas pautas están definidas hay que comunicarlas a las personas de la empresa y establecer puntos de control para evaluar si se ha conseguido reducir el consumo. También hay empresas consultoras que se dedican a evaluar estos procesos y proponer soluciones que consiguen optimizar al máximo el uso de energía.
Una cubierta vegetal consigue reducir de forma notable el consumo energético para climatización, pues la capa vegetal en la superficie del edificio consigue aislarlo térmicamente. Este sistema además contribuye a mejorar el entorno a través de otras de sus ventajas.
Una forma de reducir el gasto de agua es reutilizándola. Hay sistemas de gestión de agua que consiguen reutilizar el agua de determinados lugares: el agua del lavabo se reutiliza para el WC, de esa forma el agua se utiliza en dos procesos antes de ser vertida.
- Evitar generar residuos contaminantes y si se hace procesar esos residuos adecuadamente.
Uno de los principales problemas que las empresas generan en el medio ambiente es el vertido de residuos. Aunque ya son muchas las normativas que regulan esto, sigue habiendo muchos aspectos que son voluntarios y sigue habiendo empresas que no cumplen la legalidad porque les resulta imposible. Éste es el caso de la gestión de aguas residuales: muchas empresas no tienen capacidad económica para instalar una depuradora que filtre sus aguas residuales antes de verterlas al ambiente, por ello se saltan la norma con mucha frecuencia. En este sentido existe ya una solución: la fitodepuración. Una alternativa a las tradicionales depuradoras de agua, de costes elevadísimos, es la instalación de un filtro verde que, a través de la acción de las plantas consigue filtrar el agua para que sea vertida al medio ambiente en las condiciones que la Ley exige.