¿Qué es la fiebre del soldador? Consejos de prevención y seguridad
Las condiciones particulares en las que se desarrolla una determinada actividad productiva hacen que sea necesario atender a posibles riesgos y, en general, tomar medidas para prevenirlos. En este caso, te contamos qué es la fiebre del soldador y cómo debemos proceder para evitarla.
También conocida como “fiebre del humo metálico”, podemos definir esta afección como un trastorno respiratorio que se produce por la exposición e inhalación de los humos de materiales como el zinc, el cobre, el magnesio o el cadmio, entre otros. La razón de que suela ser etiquetada como “fiebre” es que los síntomas pueden ser similares a la gripe común (fiebre, dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular, etc.), aunque, evidentemente, la exposición a concentraciones altas de los materiales citados puede tener consecuencias más graves.
Conocer estos síntomas y, especialmente, ser consciente de los procedimientos de seguridad para prevenir su aparición, es el paso fundamental para evitar cualquier tipo de riesgo grave para la salud.
Prevención y seguridad: consejos para evitar la fiebre del soldador
A la hora de prevenir una posible fiebre del soldador, algunos de los procedimientos y acciones más importantes son los siguientes:
- Mantener una ventilación adecuada en el lugar de trabajo. En este sentido, deben tenerse en cuenta todas las medidas de seguridad estandarizadas y, al mismo tiempo, garantizar un sistema de ventilación capaz de eliminar los humos específicos de los metales presentes en los procesos de soldadura.
- Utilizar siempre los Equipos de Protección Individual (EPI), que incluyen todos los materiales de protección que son requeridos: guantes, máscaras con filtro, protección corporal, etc. Es fundamental, por otro lado, tener especial precaución no solo con los humos, sino con todo tipo de posibles contactos tóxicos; especialmente cuando se trabaja en entornos peligrosos, como es el caso de las estructuras metálicas pesadas.
- Formación especializada en los procesos que requieren cuidados especiales. Nunca debe olvidarse que la soldadura es un campo técnico que, sin embargo, evoluciona de forma continua atendiendo a nuevos desarrollos, investigaciones o materiales. Así, es fundamental comprender las particularidades y riesgos potenciales de nuevos sistemas de trabajo.
- Realizar un mantenimiento adecuado de todos los equipos de trabajo. No solo se trata de garantizar que el equipamiento está adaptado y cumple todas las normativas vigentes, sino, también, cerciorarse de que se trata del equipo especializado que se requiere para determinadas tareas. Utilizar un equipo no especializado o emplearlo sin condiciones garantizadas de seguridad supondrá un impacto problemático con los materiales de trabajo.
En general, se trata, por tanto, de mantener las condiciones óptimas de todos aquellos elementos que intervienen en el proceso de trabajo. Prevenir la “fiebre del soldador o del humo metálico” es, sin duda, la mejor forma de evitar todos los riesgos que conlleva dicha afección. Es fundamental la colaboración entre todas las personas implicadas en los procesos productivos para desarrollar procedimientos de trabajo adecuado, revisiones periódicas de los espacios y el equipamiento, formación continua para garantizar un proceso de trabajo cualificado.