Cómo soldar aluminio
La soldadura de aluminio es un proceso que requiere, como en el resto de casos, un conocimiento especializado, tanto de las técnicas y materiales específicos, como de los casos concretos en los que cada proceso de soldadura resulta ser una opción correcta y segura. De hecho, en el caso del aluminio, nos encontramos ante un material que puede trabajarse a partir de distintas técnicas; en concreto, nos ocuparemos de dos: soldadura por arco de tungsteno con gas (TIG) y soldadura por gas inerte de metal (MIG).
Métodos más comunes para soldar aluminioEs interesante detenerse para comentar las principales diferencias existentes entre los dos métodos de soldadura de aluminio más comunes, señalados previamente: TIG y MIG. Cada uno de ellos tiene fortalezas y debilidades que, en general, dependen del proyecto específico que vaya a abordarse.
- La soldadura por arco de tungsteno con gas (TIG) es un método de soldadura por arco que se utiliza para soldar materiales finos y de alta calidad. En general, requiere un grado de habilidad y especialización elevado, aunque los resultados del proceso son de una grandísima calidad.
- La soldadura por gas inerte de metal (MIG), por su parte, se emplea en materiales gruesos y de alta producción. De forma un tanto resumida, podríamos considerar que es algo más rápido que el anterior, aunque menos preciso, por lo que el resultado final puede ofrecer menor calidad.
Proceso de soldadura de aluminio
Una vez que se ha seleccionado el método adecuado, podría decirse que existen una serie de etapas comunes o procesos específicos que se siguen para realizar una soldadura de aluminio efectiva:
- Preparación y limpieza de las superficies de soldadura para garantizar que se elimina cualquier tipo de óxido o resto de suciedad.
- Selección del electrodo. Los electrodos y los alambres para aluminio están disponibles en diferentes diámetros y calidades para adaptarse a diferentes aplicaciones y materiales. Es muy importante, por tanto, tener presente cuál es el que se ajusta en mayor medida al proyecto concreto que se pretende realizar.
- Proceso de soldado, atendiendo a las particularidades de los métodos comentados anteriormente.
- Enfriamiento de la zona después del soldado. Suele realizarse colocando un material térmico aislante sobre la zona soldada para favorecer que la superficie se enfríe lentamente a temperatura ambiente.
- Revisión de la zona soldada para detectar cualquier grieta o porosidad. En caso de detectar algún problema, quizás sea necesario realizar algún tipo de reparación o soldadura adicional.
Ventajas de la soldadura de aluminio
En comparación con otro tipo de materiales, puede decirse que el aluminio presenta las siguientes ventajas:
- Es un material muy ligero y, por lo tanto, es ideal para aplicaciones que requieren un peso mínimo.
- El aluminio es resistente a la corrosión y, por lo tanto, muy indicado para aplicaciones en ambientes húmedos o corrosivos.
- Se trata de un material que conduce muy bien el calor y, por lo que resulta muy útil en aplicaciones que requieren una disipación eficiente del calor, lo que, además, contribuye a maximizar la eficiencia energética.
- La soldadura de aluminio es un proceso que, generalmente, implica un manejo suave y uniforme, lo que supone un acabado de calidad con muy buen aspecto estético.
En general, debemos precisar que, si bien la soldadura de aluminio es un proceso quizás algo más complejo que en el caso de otros materiales, sigue siendo fundamental contar no solo con los conocimientos adecuados, sino trabajar con los mejores materiales y equipos. Un resultado profesional depende de un trabajo profesional.