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Cobots: aspectos a tener en cuenta a la hora de invertir y tiempo de amortización

Los cobots o robots colaborativos son desarrollos especializados para ayudar en distintos procesos que requieren de gran precisión técnica. A diferencia de los sistemas autónomos, están programados para ejecutar tareas específicas que se adaptan a los requisitos particulares de determinados sectores. En este sentido, su popularización y uso ha ido de la mano de la creciente innovación y evolución tecnológica en distintos ámbitos, entre ellos, por supuesto, la soldadura.

Uno de los grandes retos de las compañías es, por tanto, adaptarse a los cambios constantes e invertir en distintas aplicaciones de robótica, inteligencia artificial y sistemas automatizados. Ahora bien, ¿cuánto supone una inversión en cobots? ¿Es posible recuperar la inversión con un margen razonable? Para responder a estas preguntas fundamentales, debemos considerar, primero, algo muy relevante: cuál es el objetivo de invertir en robots colaborativos; o, dicho de otro modo, qué tipo de aplicaciones específicas requieren los procesos de diseño y fabricación.

Antes de invertir en cobots

El mercado de robots colaborativos es cada vez más amplio y especializado. Pueden encontrarse desarrollos con inversiones muy variables. No existe, por tanto, un precio unitario y definido. La clave está, como siempre, en las particularidades de cada proceso. Te damos dos claves fundamentales:

  • Tipo de uso. Es fundamental determinar de forma muy precisa el tipo de aplicación que requerimos para cada cobot. Hay que tener en cuenta que, para maximizar su eficacia, es muy importante delimitar una inversión razonable a las necesidades de diseño y fabricación. Uno de los grandes errores de la industria es invertir por exceso o defecto: contar con tecnología demasiado especializada para el uso concreto, lo que implica no obtener un retorno de la inversión adecuado; o, por el contrario, no invertir lo suficiente y quedarse rezagado.
  • Requisitos del proceso. Muy relacionado con el punto anterior. Otra de las claves es comprender la inversión como ‘un todo’, es decir, invertir en cobots en función de su interacción en todo el proceso de fabricación. Esta perspectiva amplia del proceso será mucho más sencilla de lograr si se ha realizado previamente un informe detallado de las necesidades.

Cobots y retorno de la inversión

Una vez realizado un análisis detallado y exhaustivo del tipo de proceso que vamos a desarrollar, si se ha realizado correctamente, es posible obtener un retorno de la inversión en, aproximadamente, un año. Como hemos señalado en el punto anterior, se trata de un margen estimado atendiendo a la tendencia general del sector: una inversión más ambiciosa o arriesgada puede elevar el margen sin que esto suponga un impacto necesariamente negativo. Si tuviésemos que detallar una horquilla más amplia, podría decirse que el ROI puede situarse entre los 6 meses y los dos años.

Esto permite obtener una conclusión relativamente estable: los robots colaborativos suelen tener un período de amortización corto en comparación con los robots industriales clásicos. Una de las principales razones es su relativa facilidad de programación, su flexibilidad y su gran margen de eficiencia.Finalmente, es muy importante señalar, como solemos hacer en otros casos, la relevancia e impacto decisivo de los procesos de formación y capacitación: una inversión en maquinaria especializada o en sistemas de automatización punteros no sirve de nada si no existe un grupo humano cualificado para sacarle el mayor rendimiento. En este sentido, toda inversión debe comprenderse dentro de la necesaria formación continua que exige el sector