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Metal Soldado Por Presion

¿Qué es la soldadura por presión?

La soldadura por presión es un tipo de soldadura en frío que une dos o más metales sin necesidad de calor. Ha sido cuestionada como forma de soldadura porque no se validaba una explicación científica que explicara el proceso de aleación. En los casos en los que la estructura debe permanecer intacta o no sea conveniente modificar las propiedades de los materiales que se unen, es una técnica muy útil.

Descubrimiento de la soldadura por presión

La primera vez que se tiene constancia de que se martillara para soldar a temperatura ambiente es sobre el año 700 a.c. en las Islas Británicas. Se han encontrado cajas de oro soldadas mediante esta técnica en la Edad de Bronce.

Pero el momento en el año que se constata científicamente como técnica de soldadura es el 1724, cuando Desaguliers fue capaz de demostrar que, si se cogían dos balas de plomo de unos 25 mm cada una, se prensaban juntas y se torcían, estas dos piezas se fusionaban sin necesidad de calor.

Existen diferentes teorías sobre por qué se produce la soldadura por presión en frío. La más extendida a día de hoy, relaciona los átomos de los metales que permanecen unidos por una fusión metálica, a la que se le llama así porque es peculiar a las sustancias metálicas.

Una explicación un poco más sencilla vendría a decir que, si dos superficies se juntan y ambas son anatómicamente limpias y planas a escala atómica, se creará una unión igual a la del material matriz.

La soldadura por presión en frío se limita a materiales no ferrosos o, en el mejor de los casos, hierro dulce sin contenido de carbono. La mayoría de los metales no ferrosos pueden ser soldados en frío, y si bien el cobre y el aluminio son los más comunes.

La soldadura por presión en frío es la manera más eficiente de unir el cobre al aluminio sin formar compuestos frágiles entre los metales.