Mujeres soldadoras
La soldadura, tradicionalmente considerada como un oficio masculino, ha sido testigo de una evolución revolucionaria gracias a la presencia cada vez mayor de mujeres.
A lo largo del tiempo, la profesión de soldador ha experimentado cambios tanto tecnológicos como de género. Diversos estudios a nivel mundial resaltan la incorporación progresiva de la mujer en el ámbito de la soldadura.
Las Pioneras en Estados Unidos:
Antes de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres estadounidenses tenían roles tradicionales, pero la guerra cambió el panorama. Con los hombres en el frente, las fábricas luchaban por encontrar trabajadores, y las mujeres fueron la respuesta. En 1943, millones de mujeres se unieron a la fuerza laboral, constituyendo el 65% de la misma.
Históricamente, los astilleros eran considerados territorio masculino, pero las mujeres soldadoras desafiaron ese estigma. Al hacerlo, no solo ganaron independencia financiera, sino que también reescribieron la narrativa de la mujer en el mundo laboral, rompiendo barreras y demostrando su valía.
Hoy, las mujeres han consolidado su presencia en el mundo de la soldadura, respaldadas por cambios culturales y la creciente demanda de profesionales cualificados. En Tesol, reconocemos la importancia de esta evolución y hemos contribuido a romper los techos de cristal, formando y capacitando a mujeres en la escuela Formavigo para que se destaquen como profesionales en este apasionante campo.